Ricardo Ramírez Requena (Ciudad Bolívar, Venezuela, 1976). Licenciado en Letras por la Universidad Central de Venezuela. Es, además de escritor, gran lector, librero y profesor universitario.
Ha sido finalista en dos ocasiones del Premio de Cuentos de la Policlínica Metropolitana (2011, 2013). Participó en la V Semana de la Nueva Narrativa Urbana (2010). Algunos de sus textos suyos aparecen en revistas y blogs en Venezuela, México, Colombia y España. En el 2011, obtuvo una Mención especial en el I Premio de Poesía Eugenio Montejo (2011), con el poemario Maneras de irse, publicado este año por la Editorial Ígneo.
En la poesía de Ricardo Ramírez Requenaencontramos un lenguaje serio y tenaz. Maneras de irse evoca al desarraigo, a los adioses, al sentimiento de ajenidad que nos invade el cuerpo cada vez que pasamos por calles que nos aterran y, sobre todo, a la forzosa despedida de la ida involuntaria. Su poética está trazada desde un lenguaje sereno que es capaz de hacernos sentir el idioma de la pérdida en todas sus representaciones.
=
Maneras de irse es tu primer libro publicado. En él reconozco el paso por los lugares y situaciones que se nos hacen ajenos. ¿Crees que sentirse ajeno a la idiosincrasia de un país es, también, una manera de irse?
Yo creo que los escritores se sienten ajenos a muchas cosas. Por lo menos, a mí me pasa. Ahora bien, esa “ajenidad” se transfigura por medio de la palabra: deja de serlo al ser nombrada.
No estoy seguro de que sentirse ajeno a la idiosincracia de un país sea un manera de irse. Creo que es una habitación cerrada. Hay que abrir las ventanas.
¿Cuánto tiempo te tomó escribir este primer libro? ¿Consideras que el paso del tiempo influye en la calidad de una obra?
En este libro hay poemas escritos hace 12 años. Pero su edición y corrección tiene de 5 a 2 años. En esa edición hubo cambios importantes, empezando por el título.
El paso del tiempo influye en la edición del libro. Debe sopesarse, debe esperar. La edición final determina todo.
¿Cómo surgió Maneras de irse? ¿Empezaste con un proyecto consolidado o es un poemario que fue tomando forma a medida que se escribía?
Fue un poemario que fue tomando forma a medida que se escribía y que me iba dando cuenta hacia dónde me dirigía. En ese sentido, la lectura de Alexis Romero fue vital. Me hizo ver cosas que no sabía que estaban en el poemario.
Existe una corriente de la poesía postmoderna cuyo fin es afirmar que “todo es poesía”, incluso aquellas cosas que no tienen lenguaje poético o utilizan un lenguaje extremadamente simple. ¿Crees que todo es poesía? ¿Qué opinión te merece este tipo de poesía postmoderna?
No creo que sea un planteamiento postmoderno: eso lo plantearon los románticos y luego los surrealistas. Octavio Paz lo trabajó mucho. Creo que una cosa es “lo poético” y otra cosa “la poesía”, en donde participa obligatoriamente la palabra, con su ritmo y melodía. Hay elementos poéticos fuera de la palabra, pero creo que la realización del artefacto verbal (así lo llamaba Auden), es decir, el poema, es el fin último de la poesía: ser por el poema.
Venezuela está pasando por una crisis editorial desde los últimos 2 años, específicamente por la escasez de papel para imprimir los libros. ¿Cómo ves a largo plazo el mercado editorial venezolano?
Lo veo bien, en el plano privado, mientras las imprentas sigan teniendo acceso al papel. Eso es capital. Los costos se elevarán más y los libros serán más caros, pero seguirán saliendo libros muy buenos. Ahora bien, el Estado debe enseriarse y empezar a producir libros necesarios para las universidades, para la formación intelectual y académica. El aparato editorial del Estado está secuestrado. Eso debería cambiar.
A pesar de que existen varias casas editoriales en Venezuela, la primera publicación de un escritor siempre es complicada. ¿Qué consejos le darías a un escritor que quiere publicar su primer libro?
Que participe en concursos, que toque puertas, que ponga sus poemas a circular por las redes, que sea muy paciente. Que no tema correr riesgos. Que no olvide que es importante publicar.
El mercado de los libros digitales está avanzando pero no logra convencer a los lectores. ¿Te gusta leer libros digitales? ¿Crees que desplazarán en algún momentoa los libros físicos?
El libro digital es cada vez más necesario. No creo, eso sí, que lo desplace. El vínculo con el objeto libro es muy fuerte. La industria del libro es un todo donde cada quien pone su grano: es una de las referencias civilizatorias más importantes que nos quedan. Hay algo en el libro digital que no termina de convencer, aunque nos resuelva muchos problemas de acceso al conocimiento. Ese algo debe resolverse, pero mientras no se resuelva, no veremos grandes cambios.
Eres profesor en la Universidad Central de Venezuela. ¿Cuáles son las inquietudes más frecuentes de tus estudiantes con respecto al campo laboral en el mundo de las Letras?
En estos momentos, tener un título para emigrar. Luego, trabajar en el mundo editorial los mueve mucho, creo que más que ser escritores incluso y, por supuesto, ser profesores.
Muchos escritores venezolanos están tocando el tema del exilio en sus obras. Es una cuestión histórica y generacional. Por otra parte, el tema de la violencia no es tan recurrente. ¿Crees que los escritores tocan lo suficiente el tema de la violencia en el país?
La narrativa ha trabajado ampliamente la violencia. También el cine y la música contemporánea. Lo que no se ha hecho es crear una literatura de la violencia como marca. No sé si a los escritores les interese tanto eso. No lo sé.
Ofreciste una entrevista a Que Leer y recomendaste leer a Enza García Arreaza. En Enza hay una voz atrevida y arriesgada. Es, por ende, una escritora que sobresale. ¿Consideras que a la literatura venezolana le falta riesgo?
No, considero que a los escritores venezolanos les hace falta su baño de París: hay que cruzar el charco un rato. Salir, ver mundo, probar otras realidades editoriales, qué se lee en otros lugares. Creo que eso es lo que falta.
No sé a qué nos referimos cuando decimos que nos hace falta riesgo: ¿escribir como argentinos, mexicanos, españoles? No somos argentinos, ni mexicanos, ni españoles.
¿Crees que en la actualidad la obra de un escritor puede sobrevivir sin su promoción en el Internet?
Sí creo. Internet es algo muy reciente que no cuenta con tanta penetración como creemos. Ahora bien, la prensa se mueve cada vez más en la red: ahí sí es importante la promoción. Es importante que un nombre (de autor o medio) con prestigio construido apoye las obras. En ese sentido, la crítica es fundamental y necesaria.
Existe una corriente de pensamiento que asume que la cultura debería ser libre. Esta corriente implica a su vez la distribución gratuita de obras creativas a través del Internet. ¿Estás de acuerdo con esta corriente o defiendes las restricciones propias de los derechos de autor?
Yo creo en el derecho de autor. Pero en nuestros países es difícil, en especial en el nuestro con control de cambio. Es algo complicado en donde todo el mundo tiene que ceder.
Por otro lado, me encantaría pensar que el acceso gratuito a las obras por internet significará más lectores. Lo dudo. La gente paseará por la red sin saber qué escoger. La crítica, los libreros, deben tener un lugar en la dinámica de la red. Sin ellos, estamos en el desierto.
=
Pueden seguir a Ricardo Ramírez Requena en:
=
